Las primeras semanas del colectivo Hermanos Picohueso, formado por Lluki Portas, Diego Ingold, Jaume Miralles y Gal·la Peire, empezó en las salas de ensayo, cerrando la dramaturgia surgida en espacios creativos como C.IN.E Sineu, la asociación cultural esFAR, el Festival s’Illo o el Teatro Principal de Mallorca, entre otros.
Solo aterrizar a la Nau revolucionaron el espacio de ensayo. Llenos de ideas, riesgo e incorporando todo tipo de trastos tecnológicos y audiovisuales a la obra. Un espectáculo que es también un juego de cartas, dejando claro su sana ambición como compañía.
En esta obra el caso real de Excalibur, un perro que fue sacrificado por ser un posible infectado del virus de la Ébola, es el punto de partida para hablar de la paranoia y el pánico de una sociedad del miedo, dirigida por farmacéuticas, gobiernos y medios de comunicación.
Después de unas semanas de pausa volvieron a nuestro espacio para empezar a unir las piezas de la dramaturgia, ensayando de forma metódica y coreografiada de cada pieza.
Una propuesta, que se prevé audiovisual, que habla de la desconfianza, la paranoia y las crisis sociales, donde los animales, las víctimas de este siglo, transmiten el mensaje.
EXCALIBUR Y OTRAS HISTORIAS DE ANIMALES MUERTOS se podrá ver en la Sala Atrium de Barcelona, entre el 2 y el 19 de mayo.