Nau Ivanow. Espai de residències d’arts escèniques

La importancia de la movilidad internacional


El primer contacto con un país nunca es fácil. Son viajes intensos, a menudo no más de una semana, para conocer nuevos proyectos y explicar qué es la Nau Ivanow. Se trata de escuchar los espacios, cómo trabajan, qué redes tienen entre ellas o cuáles son sus herramientas. Construir estos puentes son procesos que pueden alargarse varios años. Pedir a una compañía que asuma esta tarea puede llegar a ser desalentador. La falta de contactos, capacidad de gestión o recursos hace a menudo inviable este primer paso.

Por este motivo, hace muchos años que trabajamos para conectarnos con varios países que pueden ser una buena puerta de entrada al proceso de movilidad de las compañías. Desde la Nave asumimos este reto de relaciones y redes profesionales en todo el planeta. Como espacio escénico público nuestro objetivo es acompañar a las compañías profesionales para que encuentren su camino internacional. Las compañías deben decidir su futuro, pero nosotros como espacio debemos ofrecer todos los recursos que están a nuestro alcance para que esta decisión no sea limitada.
Con Projecte Ingenu hemos podido demostrar el acierto de esta tarea de movilidad internacional. Con el espacio Checoeslovaquia de Santiago de Chile ofrecimos una residencia internacional de un mes con dotación económica que hiciera viable la experiencia. El resultado fue el proceso de creación de “Fusilando con amor”, que fue ideada de forma conjunta con cinco actores chilenos.

Esta ha sido la experiencia que ha vivido Christian Chaparro, uno de los integrantes chilenos de esta obra conjunta:

Todo partió con una inesperada llamada a principios de mayo, que recibí de mi amigo Sebastian, del Espacio Checoslovaquia. Sí, ese maravilloso espacio que se autodefine como “un lugar por inventar”.
La cosa es que, invento o no, me invitó a participar de una residencia artística que vendrían a realizar en Santiago de Chile un grupo de artistas catalanes por un mes. A decir verdad, la propuesta se diluyó en una alegría infinita dentro de mí. Cuando eso sucede, por lo general las personas dejamos de escuchar lo que se nos dice, por lo menos eso me pasa a mí. Si hubiese tenido que mirarme en ese momento, seguro que en mi rostro se dibujaba la sonrisa de La Gioconda con todo su enigma, pero a la vez con el sosiego de haber encontrado un trozo, un gran trozo de dicha, de felicidad.
Fue así, que en mi nueva condición de Mono Liso, me escuché diciendo que sí, que lo único qué quería era estar ese mes en la Residencia Artística con Projecte Ingenu.
Y partimos con una reunión una tarde con Neus, Marc, Toni y Martí. Xavi se integraría luego, él aún no llegaba. La impresión de esa primera reunión fue un anticipo, un delicioso aperitivo de lo que vendría luego. Esto se puede resumir en amor por nuestro oficio, talento, generosidad, respeto, disciplina, humildad, … y tantas otras cosas bellas y buenas que, en lo personal, me hicieron estar un mes, de verdad que un mes entero en una profunda emoción, en una gran alegría, en una nube.
Llegar cada mañana a trabajar en lo que más me gusta, con personas dispuestas a jugar con tanta seriedad, a la vez de relajo y contar una o varias o ninguna historia era simplemente la felicidad.
No se si sea pertinente contar todo lo que vivimos y lo que pasamos para llegar a lo que fue la muestra de ese mes de trabajo, que tiene como título “Fusilando con Amor”. Lo que sí me parece pertinente es decir que la ilusión se me alojó en ese lugar del corazón al cual puedo volver en el momento que quiera, y que todo va a estar en el sitio en que Neus, Marc, Toni, Martí y Xavi lo dejaron.
Preciosos míos, simplemente GRACIAS, GRACIAS Y GRACIAS.
Los quiero siempre.

Lo mejor de este proceso de movilidad internacional es lograr la conexión entre profesionales. Estos puentes que vamos construyendo con varios países no sólo son para que sean cruzados por las compañías que están bajo nuestro paraguas, están por crear relaciones entre iguales, diálogos, complicidades e intercambios reales. A juzgar por las palabras de Christian Chaparro, estamos consiguiendo que nuestras residencias sean una experiencia vital para los profesionales. Estamos consiguiendo que la Nau Ivanow sea una fábrica de posibilidades internacional.