Amar, odiar, amar, matar ¿quién puede soportar tanto cuando uno mismo tiene la fuerza para levantarse y vivir con dignidad? ¿Eres digno? Yo no. ¿Eres honesto? Tampoco. Ser honestos, y encontrar aquello que nos escandaliza, requiere un acto de valentía y humildad.

Hamlet actúa como espejo de la humanidad de hoy, cuyo reflejo nos apunta directamente hacia el corazón. Desde su lenguaje complejo, provocativo e inspirador, nos propone cuestionar y romper nuestras máscaras. Encontrar la esencia de estos hombres y mujeres significa enfrentarnos a una desnudez completa, naufragar en las aguas de nuestras emociones y desde allí emprender el viaje hacia el encuentro de las ‘almas’, nuestras almas que habitan la tragedia. Porque Hamlet no sólo nos invita sino que nos obliga a descubrirnos, a redescubrir nuestra biografía para intentar comprender el destino del hombre.

‘EL SI, EL NO, ELSINORE‘  es una llamada a meditar colectivamente, donde uno y otro se sitúan en la inmensidad divina del todo. Nuestra narración de los hechos no será realista, ni seguirá las secuencias del texto creado por Shakespeare, sino que su presencia será el lenguaje gestual, corporal y dramático.

Este es nuestro ofrecimiento, no hay más pretensión, es lo que nos inspira a mirarnos en la tragedia de Hamlet, como en la tragedia cotidiana que no es más que la imposibilidad de Sentirnos.

No busco la proyección del actor sobre el escenario, busco su alma, solo así podré ver su belleza". Jessica Walker