La Beca Desperta 2011 convocada por la Nau Ivanow y A Portada ha sido otorgada al proyecto (Des)hàbitat, de la compañía La Nevera, por ser una propuesta de calidad, innovadora y arriesgada. El primer premio de la Beca Desperta 2011 corresponde a seis semanas de ensayo en los espacios facilitados por la Nau Ivanow, dos semanas de exhibición en la misma Nau y un espacio para la construcción de escenografía, así como el soporte de la agencia de comunicación A Portada para la comunicación del proyecto. La decisión del jurado fue muy complicada por la cantidad y gran calidad de los proyectos presentados. Así, pues, el jurado también ha decidido otorgar un accésit por su buen texto a la obra Escritos desde el Fuego, que se traducirá en una semana de ensayo y cuatro días de exhibición en la Nau Ivanow. Los dos proyectos finalistas son Addicció a les botes posades, de Aleix Aguillà, y Descartable, de Daniel J. Meyer.
El jurado de la Beca Desperta 2011 esta formado por Abel Coll, actor y director de teatro; Lola Davó, productora; Helena Tornero, directora y dramaturga; Carles Manrique, productor y director de la empresa Velvet Produccions; Llàtzer Garcia, director y dramaturgo, y Santi Fondevila, periodista y crítico de artes escénicas.
En total se han presentado 27 proyectos teatrales, aunque algunos incluyen también otras disciplinas como la música y la danza. Entre los proyectos presentados hay adaptaciones de textos clásicos y nueva dramaturgia. Se debe remarcar también que, aunque la mayoría de proyectos son catalanes, hay dos que llegan desde Argentina y los proyectos de aquí aglutinan a un equipo de personas de diversos países de América Latina, italianos o alemanes, entre otros.
(Des)hàbitat es un espectáculo inspirado en el relato de Julio Cortázar La casa tomada y pretende ser una reflexión sobre las huellas de la memoria que quedan marcadas en los sitios que fueron habitados, en los objetos que fueron utilizados y que ahora son vestigio de la vida que antes existió. (Des)hàbitat es una historia de fantasmas, de los fantasmas del recuerdo que se niegan a ser olvidados y que viven en las ruinas que han quedado. Estos fantasmas tan sólo esperan una mirada que hagan de testigo de su historia; una mirada que esté dispuesta a leer las señales de un escenario aparentemente inerte, como un forense que hace una autopsia, y, así, escuchar las historias de los antiguos habitantes gritadas des del silencio.