Caravana de Centàurides es un proyecto formado por un grupo de personas con trayectorias distintas que coinciden en espacios de activismo y arte no hegemónico desde las disidencias corporales y de género. El colectivo fue seleccionado este año por Moving Identities, un programa de tres años de residencias internacionales del que la Nau Ivanow forma parte como entidad socia. Hablamos con ellas para conocer un poco más quiénes son y en qué consiste su investigación artística.
¿Quién sois Caravana de Centàurides?
Somos una escritora, dos performers, une DJ que también es pianista y un rapsoda. Formamos parte de una gran red afectiva y política que nos ha hecho converger en espacios de activismo y arte no hegemónico desde las disidencias corporales y de género.
¿Qué os llevó a presentaros a la convocatoria de Moving Identities?
La voluntad de poder encontrarnos para crear de forma no precaria, las ganas de compartir, hacer red con otras artistas y la esperanza de que quizás podíamos optar a la residencia en tanto que era una convocatoria que apelaba a la diversidad.
¿Qué es lo que os interesa investigar en las residencias que desarrollaréis?
Nos interesa investigar acerca de las complicidades que surgen en los espacios liminales, específicamente las alianzas crip-cuir, a través del diálogo entre el teatro físico, la música, la palabra y la telepatía. Entre otras cosas queremos investigar con los productos de apoyo y ayudas técnicas pensadas para la diversidad funcional, abrir significados que trasciendan la lógica medicalizante y experimentar desde la rotura, la espera y el placer.
Según hemos leído, el “artivismo” en vuestros proyectos es una herramienta de transformación y respuesta ante las violencias. ¿Cómo desarrolláis esta metodología?
No sabemos si lo denominaríamos metodología, pero básicamente es ser conscientes que todo lo que hacemos tanto en la preparación como en escena, o en lo que contamos, no es aleatorio, no son temas al azar, y tiene mucho que ver con nosotras y con toda la discriminación existente en las artes escénicas, y al fin y al cabo en la cultura en materia de diversidad funcional e identidades queer.
Cuando tus realidades son tan invisibles, el simple hecho de estar se convierte en un acto político, y en este caso, el arte nos sirve como plataforma.
¿Qué es lo que más os motiva o ilusiona de formar parte del proyecto Moving Indentities?
De alguna manera no lo hemos elegido, pero nos motiva e ilusiona pensar, que todo lo que estamos construyendo en materia de accesibilidad dentro de la residencia, y en los diferentes espacios donde desarrollaremos nuestro trabajo quedará para el futuro, para otres artistas con diversidad funcional.
También nos resulta muy interesante explorar los diferentes métodos y conocimientos de les integrantes de este grupo, ya que es la primera vez que nos juntamos y vemos mucho potencial en nuestra identidad, experiencia y conocimientos.